miércoles, 14 de diciembre de 2011

Definición de HIJO

Definición de HIJO, por José Saramago: Hijo es un ser que nos prestaron para un curso intensivo de como amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y de nosotros aprender a tener coraje. Sí, es eso! Ser padre o madre es el mayor acto de coraje que alguien puede tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente al de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo de perder algo tan amado. Perder? cómo? No es nuestro, recuerdan? Fue apenas un préstamo!!!!

                          
  

viernes, 2 de diciembre de 2011

¿QUE COSA ES SER UNA REINA?


Esta es la pregunta que una periodista española le formuló a la reina Sofía de eEpaña en una entrevista  (año 1996). A lo que la soberana contestó:

Tal como yo entiendo el concepto de reina, puede darse, y se da, en cualquier familia donde la mujer es la cabeza y el corazón de esa familia, y sabe que su misión más importante es atender y cuidar ese hogar; ella, entonces, es la reina de la casa. Cada ser humano, cada mortal que habita este planeta nuestro puede tener ese mismo concepto de su vida como servicio. Es la más alta dignidad que cabe en un hombre, en una mujer: vivir para los demás. El hombre que sirve es rey. La más útil y la más bella y la más buena forma de reinar es servir; estar a disposición de los demás. Yo, porque soy reina, no puedo permitirme ser egoísta. No puedo decir “de esto paso, a aquello no voy porque no me apetece...”. Yo no estoy para hacer lo que quiero, sino lo que necesiten de mí. A mí me conviene que vaya, por el bien de los demás. Y esto es lo mismo que hace una mujer de su casa, una mujer cabeza de familia: no piensa en ella, piensa en los suyos. Es un ese sentido en el que digo que una reina, como una madre de familia, es cualquier cosa menos una profesional.”

jueves, 1 de diciembre de 2011

LAS PERSONAS SOMOS COMO...

*EL BUITRE*

    ***Si pones un buitre en un cajón que mida 2 metros x 2 metros y que
    este completamente abierto por la parte superior, esta ave, a pesar
    de su habilidad para volar, será un prisionero absoluto. La razón es
    que el buitre siempre comienza un vuelo desde el suelo con una
    carrera de 3 a 4 metros . Sin espacio para correr, como es su
    hábito, ni siquiera intentará volar sino que quedará prisionero de
    por vida en una pequeña cárcel sin techo..*




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    *EL MURCIÉLAGO*

    ***El murciélago ordinario que vuela por todos lados durante la
    noche es una criatura sumamente hábil en el aire, pero no puede
    elevarse desde un lugar a nivel del suelo. *

    *Si se lo coloca en el suelo en un lugar plano, todo lo que puede
    hacer es arrastrase indefenso y, sin duda dolorosamente, hasta que
    alcanza algún sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar a
    si mismo hacia el aire. *

    *Entonces, inmediatamente despega para volar *




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    *****LA ABEJA.*

    ***La abeja al ser depositada en un recipiente abierto, permanecerá
    allí hasta que muera, a menos que sea sacada de allí. *

    *Nunca ve la posibilidad de escapar que existe por arriba de ella,
    sin embargo persiste tratando de encontrar alguna forma de escape
    por los laterales cercanos al fondo. *

    *Seguirá buscando una salida donde no existe ninguna, hasta que
    completamente se destruye a si misma.*


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    *LAS PERSONAS:
    *
    ***En muchas formas, somos como el buitre, el murciélago y la abeja
    obrera. *

    *Lidiamos con nuestros problemas y frustraciones, *

    *sin nunca darnos cuenta que todo lo que tenemos que hacer es ver
    hacia arriba.*

    *Esa es la respuesta,la ruta de escape y la solución a cualquier
    problema.*

    *Solo mira hacia arriba!!.*





    *LA TRISTEZA MIRA HACIA ATRÁS,*

    *LA PREOCUPACIÓN MIRA ALREDEDOR,*

    *LA DEPRESIÓN MIRA HACIA ABAJO,*

    *PERO LA FE .....*

    *LA FE MIRA HACIA ARRIBA!*






   

lunes, 21 de noviembre de 2011

Los hijos de la noche



--- El vie 12-nov-10,

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Por Rolando Hanglin
Pensándolo bien: ¿Qué tiene que hacer un chico de 16 años, a las cinco de la madrugada, en las inmediaciones de la Ruta Panamericana , después de bailar en Pachá? ¿Qué tienen que hacer todos nuestros hijos adolescentes, de 12 a 19 años, en boliches donde se fuma, se bebe alcohol, se estropea el oído, se gritan insensateces y en cualquier momento se muere en la humareda de un incendio, o a manos de los desalmados que abundan a esas horas?
No son horas.
La clase media argentina, tradicional reserva de talentos que ha producido a Domingo F. Sarmiento, a Juan B. Alberdi, a Juan B. Justo, a René Favaloro, a Luis Sandrini, a Ricardo Lorenzetti,  debe buscar en sus entrañas y lanzarse a una profunda mutación.
De vuelta al estudio, el trabajo, el ahorro.   Como ha sido siempre, antes.
Los adolescentes no tienen ninguna necesidad de bailar. No es uno de los derechos humanos. La prueba está en que, si se le impide dormir a una persona, enloquece y muere. En cambio, se lo deja sin bailar y sigue contento y feliz. No pasa nada.
Si los teenagers quieren reunirse, pueden hacerlo en las casas de familia, como ha sido siempre. Con la música bajita, porque los vecinos descansan. Sin fumar ni beber. Hasta las doce de la noche. Y después, a dormir. ¿Cuál es el problema? Dormir es sano y necesario, porque mañana hay que levantarse a las 8 para jugar al rugby, o al hockey, o al fútbol, o repasar una materia. Como ha sido siempre y como sigue siendo en países serios como Canadá, Japón o Inglaterra.
¿Que la industria de la noche es un negocio lícito y produce ganancias importantes? Perfecto, que los señores de la noche hagan su negocio, como hasta ahora. Pero sólo para adultos. Que llegan en su auto y, si quieren, con su chofer. Por mí pueden emborracharse hasta quedar catatónicos: pero entre cuatro paredes y siendo mayores de 21 años. En la calle y manejando: no.
Nuestros hijos no deberían alquilar una Combi (en realidad, la pagamos nosotros) para llegar al boliche a las 2 de la mañana con la sagrada misión de "cagarse de risa" hasta las 5 y media. Es una locura. Es tentar a la desgracia. No lo permitamos.
La verdad que no confesamos es que nuestros hijos de 15 años salen de noche y beben aunque esté prohibido, porque existen "salones de fiestas" que son discotecas encubiertas, y en nuestro medio es fácil burlar la ley. Sobre todo si los padres no sabemos decir que no, cuando nuestros encantadores mocosos nos rezongan que "todos tienen permiso", "todos van", "todos lo hacen", "soy el único tarado", "soy la única pavota". Entonces, todos los viernes y sábados hay un cumpleaños, una despedida, un fin de curso, un recital, una fiesta del colegio tal o del liceo cual. En resumen, los adolescentes borrachos y circulando por las rutas hasta el amanecer.
Los "viajes de egresados" son un invento maldito. Primero: los chicos no han egresado de ninguna parte. Apenas acaban de terminar malamente un año, y deben rendir materias. No están egresando. No tienen por qué viajar. Y menos a Bariloche u otros sitios, lejos del control de sus padres, con el exclusivo propósito de producir aturdimiento, ebriedades, desórdenes sexuales y destrozos en los hoteles. ¿Cuál es la idea y quién la instaló?
La verdadera fiesta de egresados es, originariamente, un hecho institucional: se trata de un acto en el cual los alumnos que terminan su secundario presentan a sus familias, reciben sus diplomas, se despiden del colegio y, a veces, bailan. Todo supervisado por el rector y los profesores. Punto.
La nocturnidad adolescente es una creación siniestra que lleva la marca argentina en el orillo, porque ninguna sociedad del mundo la permite. Ni los católicos, ni los socialistas, ni los neoliberales, ni los protestantes... ¡No hablemos de los islámicos!
Mediante la nocturnidad, hemos establecido que los jóvenes se van de sus casas, después de descansar un rato, a las dos de la mañana. Llegan como pueden a las proximidades de una discoteca. Por lo general, están borrachos al arribar a la puerta, debido a la simpática "previa". En esas largas filas de espera, hay chicas que venden "petes" o "besos por un peso", para pagar la entrada, otras que exhiben el documento de la hermana mayor para que las dejen pasar, y no faltan los muchachitos que vomitan en la vereda o caen desvanecidos. Frecuentemente, se pegan e insultan. A la salida, en la desbandada del amanecer, ocurren las desgracias.
De la juventud del "amor y paz", sonrisas alucinadas, pies descalzos, un porrito, el sonido de voces y guitarras, el sexo libre (pero sano y sin violencia) hemos pasado en pocos años a esta cabalgata de barras bravas, haciendo "pogo". Sin embargo, son las mismas edades adolescentes, con las mismas caras puras y cuerpos vírgenes. ¿Cómo fue? ¿Cómo hicimos la metamorfosis de "una chica moderna" a "un gato"?
Naturalmente, a la madrugada, los padres yacen desmayados en sus camas. Hoy día se trabaja mucho. No se les puede pedir a papá y mamá que arranquen el auto o pidan un remise a las 6 de la mañana para salir a campear a los hijos e hijas por los inmensos bailables del conurbano. Físicamente, no pueden. Se ha creado así un mundo aparte, un universo de adolescentes completamente separados de sus familias. El mundo del alba es uno, el de la noche es otro. Los chicos viven de noche y duermen de día. Duermen en el colegio, en la playa, en la iglesia y en sus casas. Duermen, duermen, duermen. Cuando despiertan, se sientan frente a la computadora, frotándose los pelos, a leer disparates, o se aferran al celular para enviar mensajes de texto donde todo se escribe sin hache y sin acento.
Cuando nosotros no estemos: ¿De qué van a vivir estos adolescentes, que a los treinta años todavía están meditando sobre "cual es mi verdadera vocación"? ¿Cómo se ganarán el pan, vendiendo drogas?
Hemos hecho un estropicio. Nosotros, los padres de clase media.
Dicen que toda persona tiene derecho a poseer un sueño. Yo, por de pronto, tengo el mío. Una juventud sana, que salga del ruido, la noche, la droga, la ignorancia y lo "divertido". Que se entregue al día, al silencio, al estudio, al deporte, a la cultura, a la familia.
Alguno me dirá que este es el mismo ideal de "Mi hijo el dotor", que escribió Florencio Sánchez en 1930. Sí, es lo mismo. ¿Alguien tiene una idea mejor?
(Dedicado a la memoria de Florentino Sanguinetti, severo profesor y respetado rector de un gran colegio).




jueves, 17 de noviembre de 2011

CÓMO SALIR DE LA DEPRESIÓN

La convivencia familiar, los amigos, el apoyo, el cariño, son la mejor medicina para alguien con trastornos depresivos.



Los trastornos depresivos hacen que uno se sienta exhausto, inútil, desesperanzado y desamparado. Esas maneras negativas de pensar y sentirse hacen que las personas quieran darse por vencidas. Es importante ser consciente de que las maneras negativas de ver las cosas son parte de la depresión. Los pensamientos negativos desaparecen cuando el tratamiento empieza a hacer efecto. Mientras tanto hay cosas que se pueden realizar para ayudarse a sí mismo:



No aislarse ni quedarse solo: es necesario buscar la compañía, confiar en alguna persona; siempre es mejor que estar solo y no hablar con nadie. La persona deprimida que ha recibido recientemente malas noticias, o que ha experimentado un trastorno importante en su vida, debe contárselo a personas cercanas, contarles qué pasó y cómo se siente al respecto. Esto ayudará a revivir la experiencia dolorosa en varias ocasiones, facilitará el llorar y posibilitará el poder encontrar soluciones.



Hacer algo, no quedarse sin actividad: el salir de casa y hacer ejercicio ayudan mucho, aunque solo sea el dar un largo paseo, ir a un juego deportivo o participar en actividades recreativas, religiosas, sociales o de otro tipo. Esto ayudará a mantener la mente alejada de contenidos o sentimientos dolorosos que únicamente consiguen deprimir más. Al aumentar el nivel de actividad la persona comprende poco a poco que no está incapacitada.



Una dieta completa y equilibrada: en la depresión no apetece comer. No importa. La fruta fresca y las verduras están especialmente recomendadas. Las personas con depresiones graves pueden perder peso y perder sus reservas de vitaminas, lo cual las hará sentirse peor.



No al alcohol o drogas: el alcohol acaba por deprimir más. Una persona deprimida que consume alcohol no buscará la ayuda adecuada para su trastorno y dejará de buscar alternativas a sus problemas.



En caso de insomnio: escuchar radio o ver la TV mientras el cuerpo está en reposo ayudará, incluso si la persona no se encuentra adormecida, y se sorprenderá quedándose dormida por el simple hecho de no estar preocupada por su insomnio.



Metas realistas: hay que tomar en cuenta la depresión y no tratar de asumir una cantidad excesiva de responsabilidades. Las metas deben dividirse en partes pequeñas, estableciendo prioridades y haciendo lo que pueda cuando pueda.



Familia y amigo, ¿cómo ayudan?

En primer lugar, siendo un buen oyente (muy paciente si usted ya escuchó toda la historia previamente) es muy importante.

Dedicar tiempo a las personas deprimidas, animándolas (pero no intimidándolas) no sólo a hablar, sino también a hacer actividades físicas, a salir a pesar del desánimo y de la desgana que puedan tener.



La convivencia familiar, el apoyo, el cariño, son la mejor medicina para una persona depresiva. El apoyo terapéutico y farmacológico también puede ayudar. Sin embargo, debemos tener mucho cuidado y acudir a especialistas, a profesionales éticos, con principios y valores religiosos que nos ayuden a resolver este desajuste. Si la persona deprimida empeora o empieza a decir que no desea vivir o incluso insinúa la posibilidad de hacerse daño, tome en serio estas afirmaciones y asegúrese de que su doctor está informado.



Lo fundamental: la fe en Dios

La vida interior, la piedad, la oración, la preocupación por los demás, el no ensimismarse y pensar solamente en uno mismo abren una nueva solución de fondo y de raíz a la depresión. Con frecuencia nos olvidamos de la dimensión espiritual de nuestro ser y al hacerlo cerramos las puertas de nuestro corazón hacia uno mismo y nos olvidamos de la maravilla y de la felicidad que da el compartir y el abrirse a las necesidades de los otros.



“Si yo no tengo amor yo nada soy, Señor”, afirma san Pablo. ¡Qué razón tiene! La falta de amor abre un abismo sin fondo, crea un vacío imposible de llenar con algo más que no sea precisamente el amor. La depresión surge cuando nos sentimos vacíos, sin un sentido en la vida, sin valor; pues bien, la solución es llenarse de amor, buscar en lo más íntimo de uno mismo con apertura a los demás el porqué de nuestra existencia y el para qué.



De encuentra.com, adaptación.

lunes, 14 de noviembre de 2011

DAR EJEMPLO A LOS HIJOS

Tres preguntas que debes hacerte sobre el ejemplo que das a tus hijos

Muchos padres están cansados de pelearse con sus hijos y no logran que cumplan las exigencias que se les pone. Algunos padres están tan frustrados que, poco a poco, bajan las exigencias con la esperanza de que sus hijos finalmente reaccionen, lo cual muchas veces tampoco da resultados. Es lamentable que se haya convertido en norma general escuchar a padres quejarse de la rebeldía de los hijos, los cuales cada día parecen más empeñados en llevar la contraria en cualquier tema.



Cada vez que los padres me traen a su niño o adolescente para que trabaje con él, la primera queja que escucho siempre es que el hijo NO cumple alguna exigencia que le ponen los padres.

Muchas veces es que no cumple sus tareas. Otras veces que no cumple sus responsabilidades en la casa. Tal vez no cumple el tener respeto a sus
padres o mostrar colaboración con su hermano.

¿En qué momento la educación se convirtió en desesperación?




Aún cuando puede ser que la conducta del hijo sea inapropiada, muchas veces éste sólo refleja alguna conducta inapropiada de los padres. No quiero decir de ninguna manera que los padres sean malintencionados, sino que en numerosas ocasiones no son conscientes de sus propias acciones y que los hijos están modelando esas conductas.

¿A qué me refiero con esto?

Hace algunas semanas trabajé con un niño de aproximadamente 13 años de edad. La queja principal de los
padres era que su hijo siempre llegaba con una actitud negativa del colegio a la casa. Mi primera pregunta para los padres fue: ¿Con qué humor llegan ustedes a la casa después de un día de trabajo?

Un poco avergonzados admitieron que casi siempre llegan cansados, incluso irritados por los problemas laborales y con pocas ganas de compartir en familia. No necesité hacer mucho más que pedir a los
padres que mejoren su actitud al llegar a casa. Los padres aceptaron y poco tiempo después también empezó a cambiar la actitud del hijo, incluso cuando llegaba a casa después de un largo día de colegio.

Ejemplos como este los podría recitar en numerosas circunstancias:
  • ¿Cuál es la principal causa de que los hijos se muestren impacientes ante los problemas? Que los padres no toleren cuando las cosas no van de acuerdo a sus planes.
  • ¿Por qué los hijos mienten? Porque se dan cuenta que los padres dicen a un cliente que no tienen tiempo cuando están mirando la TV en casa - y el hijo escucha la conversación.
  • ¿En qué familias los hijos tienen pataletas? En las mismas familias en las que los padres se desesperan, gritan y malhumoran cuando no logran obtener lo que querían.
Por supuesto que existen otros factores a considerar al momento de evaluar la conducta inapropiada de los hijos, pero en muchos casos los hijos sólo están modelando (consciente o inconscientemente) las conductas de sus padres.

Tres preguntas que debes hacerte
Así que es verdaderamente necesario que los padres sean modelos a seguir para los hijos. Para lograr esta meta, existen tres sencillas preguntas que te puedes hacer ahora mismo:
  • ¿Qué conductas no deseadas estás viendo en tus hijos? Tal vez sea arranques de ira, mentiras, desmotivación en el colegio, falta de respeto, etc.

  • ¿Cuáles de estas conductas posiblemente están siendo copiadas por tus hijos de ti como padre/madre? Evalúa cómo reaccionas en circunstancias similares. ¿Puede ser que tu hijo esté copiando alguna conducta inapropiada de tu parte? Pregúntale también a tu pareja cómo reacciones en determinadas circunstancias y, a su vez, hazle ver en qué situaciones puede mejorar él/ella su conducta.

  • ¿Con qué nuevas conductas positivas vas a reemplazar las negativas? En lugar de simplemente seguir exigiendo determinadas conductas a los hijos, recomiendo que los padres cambien sus propias conductas primero. No basta con exigir. Hay que ser modelos a seguir para poder exigir. Proponte llegar a casa motivado para compartir, enfrentar tu día laboral por la mañana con entusiasmo, contenerte la próxima vez que algo te cause ira, etc. Ninguna conducta nueva es fácil de implementar, pero si nos lo proponemos y si continuamente nos concentramos en ello, tarde o temprano crearemos mejores hábitos que nuestros hijos modelarán.
Recuerda: los padres son los líderes de su familia. Nadie quiere ser liderado por alguien que no cumple lo que exige. De la misma manera, ningún hijo hará algo que es inconsistente entre el hablar y actuar de los padres.

Crea mejores hábitos. Crea consistencia entre lo que exiges y lo que haces.


sábado, 22 de octubre de 2011

LA FELICIDAD DE NUESTROS HIJOS

Dicen que dijo Jorge Luís Borges: “He cometido el peor de los pecados. El que nadie debería cometer: no he sido feliz”.

En nuestras manos tenemos la felicidad de nuestros hijos, pero mal podríamos enseñarles a ser felices si nosotros no lo somos.

Como en todo lo que pretendemos inculcar a los demás, primero debemos tenerlo incorporado nosotros, o al menos, luchar para ir incorporándolo en nuestras vidas.

Es verdad que nadie da lo que no tiene, pero siempre es tiempo para conseguirlo. Y si se nos va la vida en este intento, habremos enseñado al menos, que todos podemos luchar y que es algo que está al alcance de todos los bolsillos.

La felicidad no se compra, porque no está en las cosas materiales, sino en las del alma. La felicidad la da la paz del espíritu, la da la amistad, una buena convivencia, la comprensión, el amar y el sentirnos amados, el ir superándonos para dejar atrás nuestro egoísmo, pensando en el otro. Todo esto y mucho más es la riqueza del hombre que produce esa placidez, ese bienestar que son sinónimos de felicidad.

Podríamos redondear diciendo que en la medida que enseñemos a nuestros hijos los valores humanos, las virtudes, los haremos más felices a ellos y seremos nosotros felices viendo que vamos logrando el fin que nos hemos propuesto que no es otro más que el fin del hombre sobre la tierra: su perfección.

Los padres tenemos una tarea divina que es la de secundar al Creador y obedecer a Quien vino a enseñarnos y nos dio un mandato que no podemos desoír: “Sed perfectos como mi Padre Celestial es perfecto”.

                                                        STELLA MARIS VILLA DE ARONNA

                                                                               Orientadora Familiar


   
                                                

sábado, 15 de octubre de 2011

EL JUEGO DE LA VIDA



Imagina la vida como un juego en el cual tú te encuentras haciendo malabares con 5 pelotas en el aire. Las nombras: trabajo, familia, salud, amigos y espíritu, y las mantienes todas en el aire. Tú entenderás que la pelota del trabajo es de hule, y si la dejas caer, regresará a ti, pero las otras 4 pelotas (familia, salud, amigos y espíritu) son de cristal; si dejas caer alguna de ellas, éstas serán irremediablemente marcadas, maltratadas, cuarteadas, dañadas o hasta rotas, y jamás volverá a ser lo mismo.

Debes entender esto y lograr un balance en tu vida, ¿cómo?

- No te menosprecies comparándote con otros, todos somos diferentes y cada uno tiene algo especial.

- No traces tus metas y objetivos basado en lo que resulta importante para la demás gente, sólo tú sabes qué es lo mejor para ti.

- No des por olvidadas las cosas que se encuentran cerca de tu corazón, aférrate a ellas como de la vida porque sin ellas la vida carece de significado.

- No dejes que tu vida se te resbale de los dedos viviendo en el pasado o para el futuro, vive tu vida un día a la vez y ¡vivirás todos los días de tu vida!

- No te des por vencido cuando aún tengas algo que dar, nada se da por terminado hasta el momento en que dejas de intentarlo.

- Que no te dé miedo admitir que eres menos que perfecto, pues ésta es la frágil línea que nos mantiene unidos a los demás.

- No tengas miedo a enfrentar los riesgos, es tomando estas oportunidades que aprendemos a ser valientes.

- No saques el amor de tu vida diciendo que es imposible de encontrar: la manera mas rápida de recibir amor es darlo; la manera mas rápida de perderlo es apretarlo a nosotros demasiado, y la mejor manera de mantenerlo es darle alas.

- No pases por la vida tan rápido que no solamente olvides de dónde vienes, sino también a dónde vas.

- Nunca olvides que la necesidad emocional más grande de una persona es sentirse apreciada.

- No tengas miedo de aprender, el conocimiento es liviano, es un tesoro que siempre cargarás fácilmente.

- No uses el tiempo ni las palabras sin cuidado, ninguna de las dos es remediable.

- La vida no es una carrera, es una jornada para saborear cada paso del camino.


martes, 4 de octubre de 2011

 LA VIRTUD DE LA FIDELIDAD

Enseña Santo Tomás que amamos a alguien cuando queremos el bien para él; si, en cambio, intentamos sacar provecho del otro porque nos agrada o nos es útil para algo, entonces propiamente no lo amamos: lo deseamos. Cuando amamos, cuando queremos el bien para otro, toda nuestra persona se entrega a ese amor, con independencia de gustos y de estados de ánimo: “la paga y el jornal del amor es recibir más amor” (San Juan de la Cruz).

Hemos de estar firmemente persuadidos de que lo principal del amor no es el sentimiento, sino la voluntad y las obras; y exige esfuerzo, sacrificio y entrega. El sentimiento y los estados de ánimo son mudables y sobre ellos no se puede construir algo tan fundamental como es la fidelidad. Esta virtud adquiere su firmeza del amor, del amor verdadero. Por eso,  cuando el amor –el humano y el divino- ha pasado ya por el período de mayor sentimiento, lo que queda no es lo menos importante, sino lo esencial, lo que da sentido a todo

FRANCISCO FERNÁNDEZ CARVAJAL  (Extracto)

Y DIOS LLORÓ

Una famosa periodista había entrevistado a los personajes más famosos del mundo; artistas, políticos, escritores, gobernantes, inventores e ingenieros. Le apasionaba la vida de aquellos que más habían influido en su comunidad o naciones, y su pregunta más categórica era aquella que enfrentaba a estos personajes con sus propias obras.

Un día de camino a su oficina le dijo a su redactor que siempre había soñado con entrevistar al mismo Dios y hacerle la gran pregunta de su vida, la cual estaría relacionada con su obra máxima: el hombre. De repente, se vio envuelta por una gran luz en medio de un torbellino: - Para, me dijo. ¿Así que quieres entrevistarme? - Bueno, le contesté, si es que tienes tiempo.

Se sonrió por entre la barba y dijo:- Mi tiempo se llama eternidad y alcanza para todo. ¿Qué pregunta quieres hacerme? - Ninguna nueva ni difícil, para ti: ¿qué comentario te merece el hombre a quien creaste a tu imagen y semejanza?

Un poco entristecido, Dios me respondió:

Que se aburre de ser niño por la prisa de crecer, y luego suspira por volver a ser niño.

Que primero pierde la salud para tener dinero y enseguida pierde el dinero para recuperar la salud.

Que se pasa toda la vida acumulando bienes que jamás disfrutará y sus hijos derrocharán.

Que por pensar ansiosamente en el futuro, descuida su hora actual, y ni vive el presente ni el futuro.

Que se pasa toda la vida tratando de ser feliz y se olvida que la felicidad no es otra cosa que la capacidad de disfrutar lo que se tiene.

Que se priva de disfrutar de sus hijos por el afán de progresar y cuando ya lo logra, descubre que perdió irremediablemente a sus hijos.

Que se pasa toda la vida acumulando conocimientos y títulos, olvidándose que lo único importante es el amor.

Que se pasa la vida buscando triunfos externos cuando ha fracasado en el hogar.

Que se pasa la vida buscando la aprobación de los demás, cuando ni siquiera él mismo se aprueba.

Que se pasa la vida buscando el golpe de suerte ignorando que ésta es producto de sus decisiones.

Que se pasa la vida cambiando a los amigos, sin comprender que son los amigos los que cambian.

Que se pasa la vida acumulando el dinero que compra todo, menos la felicidad.

Que se pasa la vida acumulando rencores contra sus ofensores y lo único que obtiene es perjudicarse a sí mismo.

Que vive como si no fuera a morirse y, sin embargo, se muere como si no hubiera vivido.

Que creé al hombre para que sea feliz, pero él escogió la infelicidad.

Por primera vez vi a Dios llorar...

domingo, 18 de septiembre de 2011

EL VALOR DE LA PRUDENCIA



Esta historia fue contada durante una conferencia sobre la simplicidad en el mundo del trabajo por una directora empresarial. Ella utilizó el escenario para ilustrar la cantidad de energía que gastamos sólo para demostrar que tenemos razón, independientemente de tenerla o no.

¿Ser feliz o tener razón?

8 p.m. en una concurrida avenida. Una pareja va retrasada para cenar con unos amigos. La dirección es en un rumbo que no suelen frecuentar por lo que ella consulta el mapa antes de salir. Él conduce y ella le orienta, le indica que gire en la siguiente calle a la izquierda. Él argumenta muy seguro que es hacia la derecha. Inicia la discusión y casi al instante ella calla y él decide girar a la derecha. En pocos minutos él se da cuenta de que estaba equivocado. Aunque le resulta difícil admite que tomó el camino equivocado, al tiempo que inicia el retorno. Ella en silencio le sonríe con camaradería.

Finalmente llegan a la cita y se disculpan por el retraso. La noche transcurre grata y amena.

Una vez emprendido el camino de regreso, él, aún apenado le dice a ella: -"Si estabas segura de que yo tomaba el camino equivocado, ¿por qué no insististe para que me fuera por el correcto?

A lo que ella responde:

- "Con el retraso y el congestionado tráfico que encontramos, nuestros ánimos estaban calentándose, estábamos a punto de una agria discusión si insistía más, ¡ Y eso habría estropeado nuestra noche! Créeme que: Entre Tener la Razón y Ser Feliz, ¡prefiero Ser Feliz!".

La PRUDENCIA es la virtud que nos impide comportarnos de manera ciega e irreflexiva en las múltiples situaciones que debemos sortear en la vida.

La PRUDENCIA nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia.

La PRUDENCIA no significa silencio, sino sigilo

La PRUDENCIA es, decidida, activa, emprendedora y comprensiva.

La PRUDENCIA nos hace precavidos, moderados, respetuosos, sensatos, responsables y cuidadosos.


sábado, 17 de septiembre de 2011

MATRIMONIO


En un seminario en el que yo hablaba sobre el concepto de proactividad, un hombre dijo: "Stephen, me gusta lo que dice. Pero las cosas son diferentes en la realidad. Por ejemplo, estoy realmente preocupado por mi matrimonio . A mi esposa y a mí ya no nos unen los viejos sentimientos. Supongo que ya no la amo, y que ella ya no me ama a mí ¿Qué puedo hacer?".
-¿Ya no sienten nada el uno por el otro?-pregunté.
-Así es. Y tenemos tres hijos ¿Usted qué sugiere?
-Ámela -le contesté.
-Pero le digo que ese sentimiento ya no existe entre nosotros.
-Ámela.
-No entiende?. El amor ha desaparecido.
-Entonces ámela. Si el sentimiento ha desaparecido, ésa es una buena razón para amarla.
-Pero, ¿cómo amar cuando uno no ama?
-Amar, querido amigo, es un verbo. El amor, el sentimiento, es fruto del verbo amar, la acción. De modo que ámela. Sírvala! Sacrifíquese por ella! Escúchela! Comparta sus sentimientos! Apréciela! Apóyela!
¿Estaría dispuesto a hacerlo?
Stephen Covey

martes, 13 de septiembre de 2011

CON POCAS PALABRAS, BASTA


Muchas veces nos rompemos la cabeza pensando de qué manera podemos hacernos entender mejor por nuestros hijos. Nos da la impresión de que les estamos hablando en alguna lengua muerta por la cara que ponen cuando les damos una consigna o queremos explicarles algo.

Y a veces tendremos que reconocer que si bien no estamos hablando en chino u otro idioma igualmente entendible, sí les estamos hablando sin fundamento, sin autoridad, sin coherencia...

Es nuestro deber de padres dar el ejemplo. Esto está entendido y aceptado por todo el mundo, es verdad, pero lo que no es verdad es que a veces (sólo a veces) no somos coherentes y nos desautorizamos solitos cuando decimos una cosa y hacemos otra. Parece que las virtudes son para predicarlas pero no para practicarlas, dijo alguien. Y esto sirve, no sólo para las virtudes, sino para toda enseñanza que queramos darle a nuestros hijos.

Es una verdad muy grande que ellos harán lo que nos vean hacer, y no lo que les digamos. Aunque esto sea algo muy importante y valioso. Nuestro discurso no tendrá validez si no está respaldado por nuestros hechos, por nuestro ejemplo. Sólo así ganaremos el respeto y la autoridad que se nos debe por ser padres.

Vale decir, entonces, que no debemos preocuparnos demasiado en qué le diremos a nuestros hijos, sino en cómo. Y el cómo es ni más ni menos que el ejemplo.

Dijo alguien que el ejemplo prepara la tierra en la que fructificará la palabra.

Nuestros hijos no necesitan padres doctos, sino padres coherentes que los quieran un montón.

                              
                                                                        STELLA MARIS VILLA DE ARONNA
                                                                                      Orientadora Familiar









domingo, 11 de septiembre de 2011

EDUQUEMOS EN VALORES


Cuando se trata de educar a los hijos, sobre todo si los padres son primerizos, los planes para lograrlo son innumerables. Hay entusiasmo, ilusiones y muchas expectativas. Pero cuando esos mismos padres se enfrentan con la realidad de un hijo con características concretas, con un temperamento muy definido y con una carga genética inesperada… el entusiasmo, las ilusiones y las expectativas se caen estrepitosamente.

Es por eso que cuando se trata de educar hay que tener muy claro unos cuantos conceptos:

©      Pocas normas para obedecer, pero que se cumplan
©      Una disciplina con cariño, los hijos la agradecen
©      Mejor un año antes que un día después
©      Aprender a distinguir lo superfluo de lo importante
©      Educar con el ejemplo
©      Estimular bien a un hijo es una herencia para toda la vida
©      Ejercer la autoridad con alegría y firmeza
©      Los problemas se deben corregir al primer síntoma
©      No olvidarse de elogiar los actos buenos
©      Aprender a educar necesita formación continua

A lo largo de los próximos meses iremos desmenuzando y analizando uno por uno estos ítems los cuales, no hace falta aclarar, deberán ser desarrollados con inmenso amor y con mucha paciencia.

Y aunque los hijos ya no sean bebés, tener siempre en cuenta que nunca es tarde para comenzar a inculcar nuevos buenos hábitos, para cambiar conceptos, para delinear una nueva ruta educativa a seguir. La seguridad y la convicción que demuestren y empleen los padres será la garantía del éxito.



                                                            STELLA MARIS VILLA DE ARONNA
                                                                      Orientadora Familiar
                                                                   stellamarisvilla@hotmail.com